Date:octubre 15, 2020

MIRADAS DE MUJER proyecto 2. Asociación Hèlia

Patrocinadores: Pacto de Estado contra la violencia de género y Fundació Obra Social la Caixa.

Iniciamos un nuevo proyecto fotográfico con la Asociación Hèlia, con un grupo de 15 mujeres. A lo largo de 5 sesiones trabajaremos con la fotografía como medio expresivo, como lenguaje, como transmisora de ideas, palabras y sensaciones. Durante este proyecto veremos dos exposiciones y realizaremos dos Fotolibros. La voluntad del proyecto es el acercamiento al lenguaje fotográfico y narrativo, a partir del aprendizaje y de la mirada de otros fotógrafos y fotógrafas, será capital el trabajo sobre la mirada propia para acercarnos a la construcción de un discurso personal con la fotografía.

Agradecer a la Fundación Foto Colectania el acceso a su exposición ‘Daido Moriyama. A Diary’, ha sido un placer ver la obra de este gran maestro de la fotografía. Realizamos una visita a la exposición que nos sirve como punto de partida a nuestro primer Fotolibro.

Moriyama es uno de los fotógrafos más reconocidos del Japón, elogiado tanto por su enfoque radical de los temas que trata, como por su aproximación a la fotografía. Las imágenes de Moriyama reflejan una visión subjetiva y auténtica de la vida en la ciudad y del caos de la existencia cotidiana. Su trabajo ocupa un espacio único entre lo ilusorio y lo real. Moriyama se convirtió en el artista más destacado del movimiento Provoke, que jugó un papel esencial a la hora de liberar la fotografía de la tradición e interrogar la naturaleza del medio. Su estilo audaz e intransigente ha ayudado al reconocimiento de la fotografía japonesa en un contexto internacional.

Daido Moriyama se ganó desde joven la fama de fotógrafo urbano provocador. Cada día salía con su cámara para captar la cara más inhóspita de las grandes metrópolis del Japón, pero su gran sensibilidad le hace incluir encuentros y estados emocionales diferentes, de la desesperación a la ternura, de la fealdad a la belleza, de lo sucio a lo limpio. La metáfora de la vida como un viaje queda materializada en imágenes. Sus fotografías expresan movimiento. Funcionan como recortes de recuerdos que como en la vida misma aparecen sin orden o cronología. “Su obra está cargada de fragmentos, de repeticiones, de azar y de caos. Todo está conectado: un segundo después de haber tomado la imagen del Perro de calle, otra cosa llama su atención, y esta segunda imagen adquiere la misma importancia dentro de su diario. Moriyama dice aprender sobre sí mismo a través de las imágenes que toma. Sus elecciones no siempre son claras, pero inconscientemente, hablando en términos psicoanalíticos, existe una claridad total sobre que describe y por qué”.

Fotografías de Rosa y Lola

Una vez vista la exposición, proponemos un recorrido fotográfico por Ciutat Vella, inspiradas por las sensaciones que nos ha dejado la exposición que acabamos de ver, paseamos y surgen imágenes muy curiosas, hemos analizado el lenguaje en blanco y negro que utiliza Moriyama, y qué sensaciones nos produce al utilizarlo, los encuadres y los puntos de vista siempre son una oportunidad para replantearse qué y cómo queremos explicar nuestro entorno a través de la mirada fotográfica…

Para la próxima sesión proponemos que preparen una selección de 14 fotografías en blanco y negro, fotocopiadas sobre papel Din A4, para llevar a cabo el montaje del primer fotolibro.

Para la construcción del fotolibro es imprescindible una mirada global del material que disponemos, crear una narrativa que tenga un sentido, porque surge de la necesidad de explicar algo, crear un discurso personal será capital para el montaje y colocación de nuestras fotografías, damos espacio a la reflexión, a la observación del material para empezar a montar el fotolibro.

De cara a la siguiente sesión y segundo fotolibro, pedimos que seleccionen objetos significativos para fotografiarlos. ¿Pueden los objetos ser un autorretrato de nuestra persona?, ¿y los espacios? Preparamos uno fotolibro de autorretratos, donde no necesariamente tiene que aparecer el rostro… ¿Podemos expresar nuestros sentimientos, gustos, deseos, a partir de fotografías de otras cosas diferentes a nuestra cara o cuerpo? En la sociedad líquida del “Yo” mutable, la teoría del artista conceptual Solo LeWitt se impone: “La mejor imagen de mí mismo no es tanto la de un retrato ordinario, sino las fotografías de todos los objetos con los cuales he vivido”. También en la reverberación y la impregnación de estos objetos que, a veces con una intensidad biográfica desorbitada desfilan por nuestra vida, queda registrada la huella de nuestro carácter y nuestro paso por el mundo.

Cuando preparamos las fotografías en el contexto de un discurso, nos hacemos preguntas para que cada fotografía contenga un discurso por ella misma, que enlazaremos en el contexto del discurso global, sobre algunas de las fotografías que surgen nos planteamos:

¿Qué muestran las imágenes? ¿Qué esconden? ¿Las podemos leer?
¿Cómo explican historias? ¿Cómo las leemos?
¿Cómo enseñan el espacio y el tiempo?
¿Quién es el/la protagonista de la imagen?
¿Que enseña y que esconde la imagen?

Fotografías de Sandra

Una vez tenemos las fotografías realizadas les proponemos el montaje del siguiente fotolibro, este tiene una estructura particular, porque tenemos que pensar en el diálogo entre las imágenes en forma de trípticos, hasta ahora hemos trabajado más a fondo la construcción de un diálogo en forma de díptico, pero damos un paso más allá y haremos crecer nuestra narración, es importante en un primer momento exponer todas las fotografías en la mesa de trabajo, para empezar a crear conexiones entre ellas e ir configurando posibles diálogos entre las fotografías.

Vamos preparando maquetas y nos hacemos preguntas… ¿Cómo realizamos la construcción de una historia con imágenes?

¿El hilo argumental o línea temática es antes o después del montaje de una narración? ¿En qué orden mostramos las fotografías?

¿Hacemos secuencias de dos o más imágenes?
¿Cuál es la primera? ¿Por qué?
¿Con cuál finalizamos la narración? ¿Por qué?
¿Ponemos o no un título?
¿Ponemos o no pies de foto?
Finalmente ¿qué forma le damos a nuestra foto narración?…

Fotolibro de Gore

Fotolibro de Cristina

Fotolibro de Alba

Fotolibro de Carme

Fotolibro de Lola

Cerramos el proyecto con una visita a la exposición “Mujeres del mundo” en el Real Círculo Artístico de Barcelona, una exposición muy interesante en que se recogen cincuenta fotografías sobre el universo femenino de los cinco continentes en los últimos cien años. Son una pequeña selección que ha realizado la comisaria Marisa Flórez de otra más ambiciosa que se presentó anteriormente en el National Geographic Museum de Washington. La imagen femenina aparece agrupada en seis áreas temáticas: alegría, belleza, amor, sabiduría, fortaleza y esperanza, y en cada una de ellas hay de todo: mujeres que han tenido un papel destacado en la historia reciente y otras anónimas, fotos antiguas, en blanco y negro, y otros posteriores, en rutilantes colores y con la perfección técnica que ha ido logrando el arte fotográfico, realizadas en diferentes países, desde Kenia a España, pasando por los Estados Unidos o Japón.

“Es una exposición contundente, oportuna y diversa que muestra un conjunto de historias inspiradoras, conmovedoras y extraordinarias de mujeres que desafiaron los límites, superaron adversidades y abrieron nuevos caminos para sí mismas y para otras. De este modo se conmemora a las pioneras que han hecho posible que pueda decirse, sin ningún tipo de duda, que el futuro es en femenino.”

A raíz de la experiencia y observación de las fotografías de la exposición pedimos a las mujeres que participan, que elijan la fotografía que más los llama la atención de la exposición, y a partir de esta imagen busquen el diálogo con una fotografía realizada por ellas. Os mostramos algunos de los diálogos planteados:

“Ya está
Se acabó
Ya no soy su gueisha
Ya no soy suya
No soy de nadie
Soy yo, al final, soy yo.”

fotografía y texto de Cristina

“Las ondinas o las mujeres de agua han representado en algunas tradiciones símbolo de buen augurio, pero también han sido consideradas una figura de mala suerte, de seducción y de pecado. Las sirenas hacían perder el rumbo de los marineros, que ya nunca más volvían a puerto. Cuando Ulises pasó por la Isla de las Sirenas hizo lo que Circe le había indicado: tapó los oídos con cera a sus compañeros de viaje y les pidió que lo ataran de manos y pies para no caer en la tentación de lanzarse a las sirenas cediendo a la locura de su dulce cántico.
En la fotografía Belleza submarina, de J. Baylor Roberts (1944), una joven se pinta los labios mientras otra sostiene un espejo. Otra vez se renueva el mito: la mujer como seductora, como musa, la mujer que se embellece para los hombres a los que tienta.
Una fotografía hecha en Mallorca, donde una amiga y yo dejamos de ser musas de otros y pasamos a retratarnos a nosotras mismas. No posamos para otros, sino para nosotras; no queremos ser pasivas y que nos contemplen, sino ser el motor de acción, hacer y ser”.

Texto i fotografía de Gore

“Este díptico, como mujer me hace pensar desde muchos lugares… Lo dejo abierto a la reflexión de cada una de vosotras…” Comenta Alba

Con este proyecto nos habíamos planteado unos objetivos que pensamos se han alcanzado satisfactoriamente:

· Fortalecer la confianza de las mujeres y aumentar la autoestima a través de la práctica creativa con las fotografías.

· Preservar y reforzar la identidad personal a través del discurso fotográfico, dando voz a cada una de ellas a través de sus trabajos fotográficos.

· Potenciar el trabajo en equipo, y de este modo crear vínculos y red entre las mujeres participantes.

· Ser observadoras autónomas de su realidad, contrastarla y transmitirla, con conocimiento y sentido crítico.

· Acompañarlas a descubrir y profundizar en el entorno que habitan, descubriendo su historia, y empatizando.

· Saber interpretar y ser creativas con el lenguaje visual ofreciéndoles herramientas y recursos.

· Emplear la Fotografía como estímulo para salir, mirar, descubrir e interactuar con el entorno de una forma diferente.

Hemos observado como el hecho de darles la oportunidad de trabajar con la fotografía como lenguaje ha sido un acierto, los fotolitos te dan esta posibilidad de narrar de una forma no verbal, sensaciones o experiencias, y explicarlas con fotografías abre todo un mundo de posibilidades en el ámbito creativo y personal, pudiendo dar salida visual a todas aquellas experiencias que a veces son difíciles de describir con palabras.