Cliente: Associaqción Hèlia
Date:junio 08, 2023

TERRITORIOsMUJER. Associación Hèlia


Proyecto en curso de intervención con la metodología de Fotovoz con mujeres supervivientes de violencias machistas, para que puedan examinar sus propias vivencias y ponerlas en contexto con el resto de mujeres participantes, así como extraer conclusiones cualitativas/cuantitativas para poder evaluar y dar visibilidad a sus experiencias durante los procesos de recuperación.

Fotovoz es una técnica de investigación social que combina el uso de la fotografía con la acción comunitaria desde una perspectiva participativa y feminista. Con esta metodología de investigación, donde se utiliza la herramienta de la fotografía para documentar/evidenciar, las mujeres informantes pueden expresar sus ideas, concepciones, pensamientos, relaciones e interacciones, favoreciendo así la implicación directa de estas en la producción de información visual. Es, pues, una oportunidad para documentar de manera creativa y discutir los problemas, preocupaciones y expectativas. Fotovoz se plantea como un proceso donde las mujeres se conciben como sujetos activos, protagonistas de su propio conocimiento, y no como meros objetos de la acción o el conocimiento de otros actores.

Aquí podéis ver un pequeño documental sobre la metodología Fotovoz que utilizamos en este proyecto: https://www.youtube.com/watch?v=Toe09To1DVI

Los temas o cuestiones a abordar con las mujeres transitan desde el cuerpo, como primer territorio, pasando por el hogar, la comunidad, el barrio, la ciudad y el planeta en que vivimos. Estas cosmovisiones alternativas pretenden transformar los comportamientos frente al cuerpo (curas y autocuidado), la alimentación, el consumo, la producción, los valores que compartimos (equidad, diversidad, etc.) y las maneras de relacionarnos con las otras personas (apoyo comunitario, curas, autogestión, asociacionismos, movimientos sociales, etc.) y con la naturaleza (sostenibilidad).

La primera investigación que llevamos a cabo con el grupo de mujeres es:

MUJERES-HOGAR
● ¿Cómo puedo definir ahora hogar para mí?
● ¿Qué emociones habitan mi hogar ahora?
● ¿Cómo he reconstruido mi hogar?
● ¿Qué sostiene mi hogar ahora?
●¿Los derechos relacionados con la vivienda son algo importando en los procesos de recuperación?
● ¿Desde mi punto de vista, qué podría mejorar en este ámbito?

Algunas de las observaciones recogidas por las mujeres y sus interpretaciones en forma de fotografía:

“Este es el suelo que ha sustentado mi dolor, es el suelo que ha acogido mis llantos y hoy es el hogar donde me siento segura”

“Mis vecinas me acogieron muy bien, y sé que algunas están pendientes, porque saben que vivo suela”

“Soy mujer migrada y he pasado por violencia de género (transgénero), al estar en situación irregular, sin permiso de trabajo ni residencia…es imposible alquilar un piso, se vive alquilando habitaciones con personas desconocidas, de diferentes países y diferentes culturas. Una vez conseguido el permiso de residencia, la situación no cambia mucho… la mayoría de mujeres migradas trabajamos como empleadas del hogar, muchísimas horas, muy mal pagadas, por debajo del salario mínimo. Las inmobiliarias piden requisitos que solamente compartiendo piso con otras personas se pueden reunir, cosa que tampoco es fácil, por qué existe mucha desconfianza entre iguales, es muy raro, personas que quieran alquilar a particulares sin querer aprovecharse de la situación. El alquiler de las habitaciones individuales muy pequeñas y con muchas restricciones llegan hasta los 400 euros, donde ni siquiera te dejan empadronar… Encontrarte en una situación tan vulnerable y con ese panorama es desalentador…”

“No es el mismo una maleta que una caja… he hecho muchas, la maleta la utilizamos para viajar por placer, las cajas son llenas de tus cosas que tienes que trasladar… por desgracia lo he hecho bastantes veces…”

“Por las noches todavía me siento muy insegura…”

“Durante mucho tiempo bromeaba diciendo que no sabía por qué pagaba el alquiler, si me pasaba más tiempo fuera que dentro de casa. La verdad es que pasaba mucho tiempo en bares y discotecas, era la forma que tenía de huir de mi pasado. ahora estoy muy a gusto en mi casa, he encontrado rincones maravillosos, me encanta la naturaleza si abres la ventana, entra el sol. Estas fotografías pertenecen a casa de un amigo en el Empordà, durante mucho tiempo, muchos años, sentí las casas de mis amigos más mías que la mía propia.”

Durante el proyecto cocreamos un diario colaborativo entre todas que recoge las reflexiones y las fotografías que las acompañan aquí una muestra:


La segunda investigación que llevamos a cabo con el grupo de mujeres es:

MUJERES CIRCUITOS INSTITUCIONALES

● ¿Cómo me siento/me he sentido acompañada por los diferentes servicios públicos (en mi proceso de recuperación?)
● ¿Cuándo se realiza una denuncia a la comisaría, pensáis que hay personas especializadas en cuestión de género que ayudan y acompañan con empatía este primer momento?, hay especialización con perspectiva de género a las comisarías?
● ¿Contabais con un abogado/abogada durante la denuncia?
● ¿Alguna cuestión con las órdenes de protección? Cómo ha sido mi experiencia ante la demanda, otorgamiento o no de un orden de protección. Elaborarla
● ¿Hay una información clara sobre el circuito que tiene que seguir una mujer que ha sufrido violencia machista?
● ¿Qué aspectos/variables/factores considero que han influido en el tratamiento recibido (por ejemplo, ser de origen migrada, tema idiomático, etc)?
● ¿Os habéis sentido cuestionadas en estos circuitos? Los circuitos de violencia ayudan a la reparación? (sí/no, de qué manera)
● ¿Desde tu punto de vista que piensas sería mejorable en este acompañamiento?
● ¿Los circuitos institucionales tienen en cuenta las necesidades de las criaturas?
● ¿He sentido que las instituciones han vulnerado algunos de mis derechos, cuáles?

“Me he sentido invisibilizada durante el proceso judicial y he sentido mucha impotencia…”

“Enjuiciada, vulnerable, sola, insegura, bloqueada, incertidumbre, culpabilidad…”

“Nunca denuncié a mi agresor, mi abogada me persuadió para no hacerlo, alegando que iba a ser peor para mí si lo hacía… tuve que convivir con mi agresor en el trabajo”

“Después de la terrible experiencia en el juzgado, solo puedo pensar en la cantidad de mujeres que han vivido lo mismo, que se han sentido desprotegidas, que retiran denuncias, que siguen siendo maltratadas y finalmente asesinadas”

“Por ley no puedes cambiar la cerradura de tu casa hasta que no se produce el juicio, con lo que mi agresor sigue entrando cuando quiere y sin avisar…”